Las autoridades sanitarias de Canadá sacrificaron este viernes unas 300 avestruces en una granja ubicada en Columbia Británica, al oeste del país, donde en diciembre pasado se detectó un brote de gripe aviar que provocó la muerte de al menos 70 ejemplares.
La eliminación de las aves se llevó a cabo tras meses de resistencia por parte de los propietarios de la granja Universal Ostrich Farms, quienes negaban la presencia del virus y contaron con el respaldo de activistas antigubernamentales y destacados políticos conservadores de Estados Unidos.
Entre quienes se opusieron al sacrificio estuvieron el secretario de Salud de EE.UU., Robert Kennedy Jr., y el doctor Mehmet Oz, ambos miembros de la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. También se sumó a la campaña el empresario multimillonario John Catsimatidis, una figura influyente dentro del ala más conservadora del gobierno estadounidense.
Pese a los intentos legales de los propietarios por detener la orden, el Tribunal Supremo de Canadá rechazó el jueves la última apelación, lo que abrió el camino para la intervención de la Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria (CFIA, por sus siglas en inglés), que ejecutó el sacrificio.
Según explicó la CFIA en un comunicado, la decisión se tomó tras consultar con expertos en sanidad animal, concluyendo que “la opción más apropiada y humana era utilizar tiradores profesionales” para realizar la eliminación de los animales.
La operación se desarrolló sin contratiempos, aunque en las horas previas decenas de activistas se concentraron en los alrededores de la granja para protestar. En meses anteriores, la presencia de simpatizantes de grupos de extrema derecha en apoyo a la granja generó múltiples incidentes y obligó a la intervención de la Policía canadiense.
Residentes de la zona denunciaron haber recibido amenazas de muerte por parte de activistas acampados cerca del lugar. Las autoridades confirmaron que varias personas han sido arrestadas a raíz de estos altercados.
