Obispos católicos de EE.UU. condenan clima de temor y estigmatización de migrantes

La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) emitió el miércoles un inusual “mensaje especial” en el que expresó su rechazo a las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticando el clima de temor, estigmatización y violencia que enfrentan los migrantes en el país.

Aunque no mencionaron directamente al presidente ni a su gabinete, los obispos advirtieron que existe “una profunda preocupación” por la discriminación racial, el endurecimiento en la aplicación de leyes migratorias y el impacto que estas medidas están teniendo en millones de familias, según el texto aprobado durante su asamblea anual en Baltimore, Maryland.

“Nos entristece el estado del debate actual y la estigmatización de los inmigrantes. Nos inquietan las condiciones en los centros de detención y la falta de acceso a la atención pastoral. Lamentamos que algunos inmigrantes hayan perdido arbitrariamente su estatus legal”, señaló el comunicado de la Iglesia Católica estadounidense.

Los obispos también denunciaron “las amenazas de redadas en escuelas, hospitales y lugares de culto”, y lamentaron el sufrimiento de padres que temen ser detenidos mientras llevan a sus hijos a clases o consuelan a familiares separados de sus seres queridos. La declaración fue aprobada por 216 votos a favor, cinco en contra y tres abstenciones, marcando la primera vez en doce años que la USCCB aprueba una declaración especial.

Además, el documento aboga por rutas legales y seguras para los migrantes, y reconoce “la enorme contribución” de las comunidades migrantes al bienestar de Estados Unidos.

“Nos oponemos a la deportación masiva e indiscriminada. Oramos por el fin del discurso deshumanizante y la violencia, ya sea contra los inmigrantes o contra las fuerzas del orden”, añadió la USCCB.

La declaración se produce una semana después de que el papa León XIV —el primer estadounidense en llegar al papado— cuestionara la política migratoria del presidente Trump y advirtiera sobre su impacto en migrantes que han vivido por años sin conflictos legales.

El mensaje también supone un llamado al vicepresidente J.D. Vance, converso al catolicismo, para que reconsidere su postura frente al tema.